Fue para mí un honor aceptar la semana pasada una invitación para visitar la Universidad de Harvard. Más específicamente, visité la Escuela John F. Kennedy de la Universidad de Harvard y su Centro Carr para Políticas de Derechos Humanos, los cuales están enseñando programas y realizando investigaciones que coinciden plenamente con áreas de investigación incluidas en mi último libro, La guerra: un crimen contra la humanidad. Estas áreas incluyen maneras de reformar y mejorar las Naciones Unidas y la Corte Penal Internacional (CPI), de manera tal de elevar su eficacia en el establecimiento y mantenimiento de la paz mundial; las estrategias para reforzar y proteger el estado de derecho, los valores democráticos y los derechos humanos y civiles; las tácticas para prevenir la tortura y los métodos para inculcar la educación para la paz. Con los miembros de la clase y la facultad en la Escuela Kennedy en Harvard. Estoy a la izquierda al frente, parado. La Dra. Kathryn Sikkink (sentada a
El autor Roberto Vivo escribe sobre las guerras pasadas y presentes, sobre los grandes pacifistas de la historia y el camino hacia la paz global. Su filosofía resumida: En un mundo donde 9 de cada 10 víctimas en conflictos bélicos son civiles, la guerra no es una alternativa política válida. En realidad es el crimen supremo contra la humanidad. Si las nuevas generaciones tienen un futuro, la clave para alcanzarlo estará en la paz mundial. La guerra sólo conduce al exterminio.