Aunque se asemeje a una frágil cuerda floja, el llamado “cese de hostilidades” en Siria se sostenía desde la semana pasada, pese a aisladas violaciones a la tregua. Pero los ojos de los diplomáticos y otros observadores enfocaban más en la relación entre las superpotencias de Rusia y Estados Unidos que en los beligerantes en la así llamada Guerra Civil Siria —nombre que resulta, claramente, cada vez más inapropiado teniendo en cuenta las graves repercusiones e implicaciones internacionales que el conflicto reviste. Con el cese de hostilidades pactado el mes pasado más entre los líderes regionales y globales que entre las múltiples partes beligerantes en la guerra en sí, Moscú y Washington se encuentran de repente habiéndose convertido en pareja despareja —un extraño acontecimiento después de los eventos no sólo en Siria, sino también en Ucrania y en otros lugares del mundo que, desde 2014, han tenido en pugna a las dos potencias nucleares más que en cualquier otro momento desde la Gue
El autor Roberto Vivo escribe sobre las guerras pasadas y presentes, sobre los grandes pacifistas de la historia y el camino hacia la paz global. Su filosofía resumida: En un mundo donde 9 de cada 10 víctimas en conflictos bélicos son civiles, la guerra no es una alternativa política válida. En realidad es el crimen supremo contra la humanidad. Si las nuevas generaciones tienen un futuro, la clave para alcanzarlo estará en la paz mundial. La guerra sólo conduce al exterminio.