Setsuko Nakamura Thurlow Setsuko Nakamura Thurlow nació en Hiroshima en 1932. Cuando Harry S. Truman tomó la terrible, inhumana y fatídica decisión el 6 de agosto de 1945, de hacer que Estados Unidos cobrara dudoso renombre como el único país en la historia en usar la bomba atómica contra otro pueblo —y lo hizo dos veces en tres días pese a los horrendos resultados del primer ataque. Setsuko, ahora de 85 años, era una colegiala de 13 años. En el preciso momento en que el Reloj del Juicio Final marcó hora cero en Hiroshima, ella estaba a solo dieciocho cuadras del hipocentro de la explosión. Lo que ella presenciaría serían los resultados directos del holocausto nuclear: su ciudad era arrasada, sus amigos, familiares y compañeros de clase se vaporizaron o derritieron, literalmente, ante sus ojos en la ola expansiva y tormenta de fuego que siguieron a la detonación de una primitiva bomba atómica conocida como “Niño Pequeño” (Little Boy). Detonación sobre Hiroshima La supe
El autor Roberto Vivo escribe sobre las guerras pasadas y presentes, sobre los grandes pacifistas de la historia y el camino hacia la paz global. Su filosofía resumida: En un mundo donde 9 de cada 10 víctimas en conflictos bélicos son civiles, la guerra no es una alternativa política válida. En realidad es el crimen supremo contra la humanidad. Si las nuevas generaciones tienen un futuro, la clave para alcanzarlo estará en la paz mundial. La guerra sólo conduce al exterminio.