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NOW: MUJERES ORGANIZÁNDOSE...AHORA


La organización se llama NOW (AHORA), y esa no es ninguna casualidad. Claramente, sus socias llevan mucho tiempo ya hartas ​​de que les digan que esperen, que sean pacientes, que pronto llegará su día. NOW significa National Organization for Women (Organización Nacional para las Mujeres), y es la agrupación de base más grande que tienen actualmente las activistas feministas en Estados Unidos.

Las activistas en NOW no "nacieron ayer". La organización fue fundada hace medio siglo, en el apogeo de la era de protesta de la década de 1960, por Betty Friedan y Pauli Murray, dos referentes en la lucha por los derechos civiles.
Friedan (1921-2006) obtendría una bien merecida reputación como escritora, activista y feminista estadounidense. Su libro, The Feminine Mystique (La mística femenina), fue considerado por muchos como la fuente original de la segunda gran ola de activismo feminista en el turbulento siglo XX. Ella continuaría siendo una voz importante para los derechos de las mujeres a lo largo de su vida, aunque renunciaría como presidenta de la NOW en 1970, después de servir al frente de la organización por un período de cuatro años. Continuaría, luego, ayudando a establecer la junta política nacional femenina, y se convertiría en una de las  principales defensoras de un proyecto de enmienda a la Constitución de Estados Unidos por la igualdad de derechos. Más tarde, asimismo, fue fundadora de la Asociación Nacional para la Apelación de las Leyes sobre el Aborto.
Betty Friedan
Autora de seis libros sobre cuestiones que afectan a la mujer y, pese a seguir siendo una figura destacada en los movimientos feministas y de igualdad de derechos a lo largo de su vida, Friedan sería vista más tarde como “moderada” en la opinión de los sectores más radicales del feminismo, debido a su insistencia que atacar a los hombres en general y a las mujeres que no trabajaban fuera de la casa resultaba contraproducente y erróneo. Consideraba que aquellos que lo hacían eran elementos radicales o extremistas que no hacían favor alguno a la causa feminista.
Nacida en Baltimore y criada en Durham, Carolina del Norte, Pauli (Anna Pauline) Murray (1910-1985) se mudó a la ciudad de Nueva York siendo todavía adolescente. Estudió Lengua en Hunter College, recibiéndose en 1933. Se hizo notar en el movimiento de los derechos civiles en 1940, cuando fue detenida por desafiar las leyes de segregación racial en el estado de Virginia, donde se sentó en el sector de un medio de transporte público reservado exclusivamente para las personas blancas.
Fue ese arresto que la inspiró a Murray a profundizar sus actividades antidiscriminatorias, y se unió por entonces a la Liga de Defensa de los Trabajadores, agrupación de tendencia socialista. Impulsada a hacer más en defensa de los derechos civiles, decidió convertirse en abogada. Se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Howard, una universidad históricamente afroamericana.
Fue allí donde ella observaría un paralelo entre el racismo y el sexismo, protestando por lo que veía como el prejuicio masculino de la universidad contra las estudiantes matriculadas allí. En un esfuerzo por tipificar este tipo de comportamiento discriminatorio por parte de la universidad, Murray se refirió a ello como la desigualdad de “Jane Crow". El término era un juego de palabras sobre las infames leyes de "Jim Crow" impuestas desde hacía tiempo en el sur de Estados Unidos como medio para garantizar la segregación racial entre blancos y negros.
Pauli Murray
Parece una ironía que, pese a haberse graduado en el segmento superior de su clase en Howard, se le negaría su solicitud de hacer un posgrado en la famosa Universidad de Harvard. También irónico es el hecho de que dicha negación se haya basado en la discriminación de género (como si la racial se tomara como un hecho innegable). Sin inmutarse, Murray recibió una maestría en derecho de la Universidad de California, Berkeley. Luego, recibiría su doctorado en derecho de la prestigiosa Yale Law School en 1965, convirtiéndose en la primera persona afroamericana (ya sea hombre o mujer) en recibir tal título de esa universidad de la Ivy League.
Aun antes de obtener ese honor, Murray había servido en la Comisión sobre el Estado de la Mujer bajo el mandato del presidente estadounidense John F. Kennedy. Y mucho antes de la designación por la administración Kennedy, había recibido elogios de Thurgood Marshall (entonces Asesor Principal de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color y más tarde Juez de la Corte Suprema de EEUU) por un estudio que se tituló Leyes estatales sobre raza y color. Marshall se refirió a la obra como "la biblia" del movimiento por los derechos civiles.
Actualmente, la NOW cuenta con unas 550 sucursales en los 50 estados de EEUU, y en Washington DC. En sus primeros años, el trabajo del grupo se inspiró en la ineficacia de la llamada Comisión para la Igualdad de Oportunidades de Empleo, creada para hacer cumplir las cláusulas de discriminación laboral contenidas en la Ley de Derechos Civiles de 1964. Friedan y Murray se unieron rápidamente a otras 29 socias fundadoras, muchas de ellas caras conocidas dentro de los movimientos de derechos civiles y de derechos de la mujer.
Igualdad - el momento es AHORA
La frustración que llevó a la fundación de la NOW se debió al hecho de que si bien existían nuevas leyes contra la discriminación después de las luchas por los derechos civiles de las décadas de 1950 y 1960 —y gracias a los compromisos de los gobiernos de los presidentes Kennedy y Johnson para con esa causa— claramente dichas leyes no estaban siendo ampliamente aplicadas. Esto fue particularmente cierto en el caso de las mujeres, ya que los empleadores seguían contratando a mujeres para empleos iguales a los de los hombres pero con salarios más bajos y con beneficios menores, en clara violación de los términos del Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe la discriminación por empleadores cubiertos por la misma (aquellos con 15 o más trabajadores en su nómina) en función de raza, color, religión, sexo u origen nacional.
Mujeres del mundo únanse
El manifiesto de la NOW de 1966 decía que "ha llegado el momento de enfrentar, con acciones concretas, las condiciones que ahora impiden a las mujeres disfrutar de la igualdad de oportunidades y de la libertad de elección que es su derecho, como ciudadanas estadounidenses y como seres humanos." Y su objetivo subyacente fue la creación de una organización similar a la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP), pero para defender los derechos de todas las mujeres. Como tal, la NOW terminó siendo uno de los primeros grupos de defensa ciudadana en EEUU que se enfocaba específicamente en los problemas de las mujeres afroamericanas.
Ya para 1971, el grupo también se había convertido en un gran defensor de los derechos de las mujeres lesbianas, afirmando que "el derecho de la mujer a su propia persona incluye el derecho a definir y expresar su propia sexualidad y a elegir su propio estilo de vida." Más tarde, la NOW aprobó una resolución que afirmaba que el hecho de obligar a las madres lesbianas a permanecer en matrimonios infelices o a vivir una existencia secreta en un esfuerzo por evitar que les quitaran a sus hijos era una clara injusticia. La organización ofreció apoyo legal y de otro tipo a madres lesbianas involucradas en  disputas por la tenencia de sus hijos, y más tarde creó un Grupo de Trabajo sobre Sexualidad y Lesbianismo para encabezar la acción sobre estos temas.
Mi cuerpo, mi elección
La NOW debería ser reconocida, asimismo, por su liderazgo en el esfuerzo por asegurar la ratificación por 38 de los 50 estados de la Enmienda para la Igualdad de Derechos (ERA) a la Constitución de Estados Unidos, con aprobación en ambas cámaras del Congreso. Fue decisivo para que la enmienda recibiera respaldo mutuo de otras organizaciones importantes de derechos civiles, laborales y feministas, tales como la Liga de Mujeres Votantes, la sede nacional de la Asociación Cristiana de Mujeres Jóvenes (YWCA), la Asociación Unitaria Universalista, el poderoso gremio automotriz United Auto Workers (UAW), la Asociación Nacional de Educación y el Comité Nacional del Partido Demócrata (DNC), entre otros.
Pese a todo el arduo trabajo que se ha dedicado a este proceso, sin embargo, la NOW jamás ha podido lograr que dicha enmienda se promulgara. La ERA sigue siendo hoy un "proyecto de enmienda constitucional", a pesar de haber sido presentada por primera vez en la legislatura estadounidense en 1923, de la mano de las famosas sufragistas Alice Paul y Crystal Eastman, mucho antes de la existencia de la NOW y durante la primera ola del movimiento por los derechos feministas. La versión reintroducida en el Congreso casi medio siglo después por la congresista demócrata Martha Griffiths fue aprobada por ambas cámaras. Pero para que efectivamente se convirtiera en ley, requería de la ratificación de 38 estados.
Mis brazos están cansados de levantar este cartel
desde la década de 1960.

Hacia 1978, la ERA había obtenido la ratificación de 35 de los 38 estados requeridos. Pero la oposición de un movimiento conservador de mujeres —fundamentalmente liderado por la abogada y acérrima activista política conservadora Phyllis Schlafly— logró no sólo frenar, sino también revertir el proceso de ratificación de cuatro estados, que retiraron su aprobación original, pese al apoyo abrumador a la enmienda en el Congreso y de los sucesivos presidentes, Ford y Carter. Se estableció un nuevo plazo en 1982, pero no hubo más ratificaciones. El año pasado, sin embargo, el estado de Nevada se convirtió en el primero en ignorar la expiración de la fecha límite de hace 35 años y en ratificar la enmienda, justo en el 45° aniversario de su presentación original ante la consideración de los estados individuales.
Por lo tanto, la ERA sigue siendo un tema importante en la agenda de la NOW. De hecho, es una modificación sin la cual, a pesar de los asombrosos avances desde los años sesenta, no se puede considerar que Estados Unidos apoye por completo la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
En los años transcurridos desde su fundación, la NOW ha sido liderada por importantes personalidades de los movimientos de derechos civiles y feministas: Aileen Clarke Hernández, sindicalista, activista para los derechos civiles y defensora de los derechos de la mujer; la autora feminista y activista social Wilma Scott Heide; Karen DeCrow, abogada estadounidense, escritora, activista feminista e imparcial defensora de la igualdad de derechos, quien se hizo famosa por haber apoyado la igualdad de derechos para los hombres en las disputas por la tenencia de los hijos; Eleanor Cutri Smeal, una destacada feminista, conocida por su trabajo como organizadora y activista política de base quien fuera una de las creadoras de la Fundación por la Mayoría Feminista y quien sirvió durante tres gestiones como presidenta de la NOW; Molly Yard, quien iniciara su apoyo a las cuestiones feministas mientras trabajaba como asistente de Eleanor Roosevelt, esposa del presidente estadounidense Franklin Roosevelt, fue la octava presidenta de la NOW y, como tal, estableció un nexo entre la primera y la segunda ola del feminismo en Estados Unidos; Patricia Ireland, una ex azafata quien cuestionara la discriminación de género en la cobertura de seguro para los cónyuges prestada por Pan American Airlines y luchó con éxito por su causa ante el gobierno de EEUU antes de decidir ir a la facultad y estudiar derecho, para luego convertirse en una importante defensora de los derechos de las mujeres pobres tanto blancas como afroamericanas, y los de las personas gay y lesbianas; Kim Gandy, ex becaria residente de la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard, quien prestó servicio durante ocho años al frente de la NOW antes de hacerse cargo de la Red Nacional para Eliminar la Violencia Doméstica, y la actual presidenta de la NOW, Terry O'Neill, conocida por su trabajo como abogada y activista por los derechos civiles, quien, además, ha dirigido la Fundación NOW y las Comisiones para la Acción Política de la organización.
Los derechos de la mujer son derechos humanos.
En los últimos años, la NOW ha sido criticada tanto por la izquierda como por la derecha del espectro político. Los partidarios antiaborto, por ejemplo, han criticado a la organización por no prestar el mismo apoyo a las feministas pro vida que a las activistas pro aborto. Y las feministas de la izquierda han acusado a las dirigentes de la NOW de estar más interesadas en impulsar una agenda política liberal que en abordar los problemas de derechos más prácticos que enfrentan las mujeres de hoy en día.

Sea como fuere, la NOW sigue siendo la mayor organización para la defensa de los derechos de la mujer en Estados Unidos y, tal vez, en el mundo. Es difícil imaginar muchas de las conquistas sociales y civiles que las mujeres estadounidenses han logrado en el transcurso del último medio siglo sin la existencia y el arduo trabajo de esta agrupación. Claramente ha proporcionado un excelente ejemplo de mujeres organizándose en su propia defensa y constituye una inspiración para la formación de organizaciones similares en todo el mundo.

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